Mucho ruido para seguir igual.

Desde el año 2002, desde la Unión Europea, nos está invitando vía directiva 2002/91/CE del Parlamento Europeo a que en España, tomemos conciencia de que es importante reducir el consumo de energía en los hogares y en el sector terciario. El consumo total de estas dos partes del pastel alcanza…

Autor:Daniel
Compartir
  • 27 mayo, 2013

Desde el año 2002, desde la Unión Europea, nos está invitando vía directiva 2002/91/CE del Parlamento Europeo a que en España, tomemos conciencia de que es importante reducir el consumo de energía en los hogares y en el sector terciario. El consumo total de estas dos partes del pastel alcanza aproximadamente el 35% del total.

Recientemente en Consejo de Ministros, después de mucho esperar, se ha aprobado un real decreto, el 235/2013, de 5 de abril, donde se nos obliga a que para: Edificios de nueva construcción , Edificios que se vendan o alquilen a un nuevo propietario o Edificios en los que una autoridad pública ocupe una superficie de mas 250 m2 , se realicen las certificaciones de eficiencia energética de los edificios, considerando aquellos factores que más incidencia tienen en el consumo de energía de los edificios, así como la aprobación de la etiqueta energética como distintivo común en todo el territorio nacional.

Este era un Real Decreto esperado por muchos profesionales, por mucha gente concienciada en ir dando solución a la ineficiencia energética de muchos de nuestros hogares, y de mucho de nuestro sector terciario. Se había considerado como un nicho de trabajo donde el maltrecho sector de la construcción podía respirar, podría beber, ya que desde la propia administración se iba a empujar en esa dirección.

Creo que no va a ser así.

Estamos viendo durante estas semanas que las entidades financieras, el stock tan importante de viviendas que disponen, las van a certificar por la vía rápida, sin un estudio serio que plantee mejoras creíbles para realmente mejorar la eficiencia de las viviendas. Porque según se espera, por el importe que se van a retribuir los certificados, es evidente que no da para ello. Está claro que lo de la eficiencia energética no es prioritario para ellas.

Por otra parte en el Real Decreto se repite en más de un ocasión la referencia de la obligación de poner a disposición de compradores y usuarios de los edificios un certificado de eficiencia energética . Me considero un usuario de supermercados, restaurantes y centros comerciales, y ni yo ni ninguno de los usuarios de esos edificios va a ver esas etiquetas, porque no están obligados. Este Real decreto no les obliga, luego para la Administración, ésta tampoco es una cuestión prioritaria, porque sino lo hubiesen considerado obligatorios. Muchos usuarios si apreciaríamos como un valor añadido de un establecimiento, la disposición de esa etiqueta de eficacia energética.

Los países de la Unión Europea, han sido los países que más interés han mostrado para que el protocolo de Kioto fuese firmado y ratificado dentro de la Convención Marco de Naciones Unidas, España entre ellos. Opino que el interés de los representantes de España es ficticio, ya que desde el marco de la Unión Europea se nos va a continuar invitando, vía directivas, vía sanciones, a que tomemos conciencia de que es importante reducir el consumo de energía en los hogares y en el sector terciario.

Rafael Chover

Responsable Gestión de Proyectos de Edificación

Avanza Urbana